La memoria es casi siempre un territorio escabroso, porque está poblado de recuerdos a menudo gratificantes, pero también de traumas, amputaciones, pérdidas y fantasmas.

Sin embargo, la reconstrucción del pasado siempre resulta un ejercicio indispensable, porque posee la fuerza de lo revelador y la afirmación de algunas necesarias certezas.

Esta recurrente experiencia de redescubrimiento se torna virtualmente un imperativo, porque permite frecuentemente recuperar fragmentos de peripecias individuales y colectivas y también de épicas y relatos.

La vigencia del tema de los desaparecidos durante la dictadura, que en estos meses recobró particular actualidad a raíz de las investigaciones iniciadas por el gobierno progresista instalado el pasado 1º de marzo, corroboran la necesidad de combatir el silencio y la desmemoria.

Este, como otros aspectos de nuestro presente, trascienden a toda eventual connotación política, porque en ellos subyace la necesidad de recuperar definitivamente nuestra dignidad e identidad como nación.

Desde la recuperación de la democracia hace ya más de veinte años, la literatura se ha transformado en una herramienta de reflexión y debate, sobre las causas que originaron la pesadilla.

En ese contexto, la producción testimonial procura llenar los agujeros negros de la historia reciente, a los efectos de evitar que triunfe la tesis de los falsarios que apuestan a la indiferencia.

En “Batalla de una guerra perdida”, Rodolfo Wolf, que integró los cuadros de la guerrilla urbana uruguaya y permaneció preso durante 13 años, procura un abordaje diferente de ese tiempo histórico, que se desmarca claramente del grueso de la producción editada hasta el momento.

Aunque los relatos incluidos en este libro tienen una inspiración eminentemente autobiográfica, resulta plausible el esfuerzo del autor para nutrirlos de ficción literaria.

Pese a que muchos de los acontecimientos y situaciones aquí narradas serán fácilmente reconocibles por quienes tuvieron cierto protagonismo en la época, Wolf se las ingenia para lograr un producto que excede al mero marco de lo testimonial.

Por las páginas de esta obra desfilan, entre otros hitos relevantes sucedidos hace más de treinta años, la ejecución de Armando Acosta y Lara, la traición de Héctor Amodio Pérez y diversas acciones desplegadas por la guerrilla desde la clandestinidad.

Obviamente, algunos relatos se detienen en los largos años de tortuosa prisión del propio escritor protagonista, en lo que constituye, sin dudas, una impactante experiencia para el lector.

Desmarcándose claramente de la crónica o el ensayo de revisionismo histórico, Rodolfo Wolf penetra la epidermis de nuestra historia reciente, lo que le permite revelar lo nunca antes revelado.

En ese contexto, “Batalla de una guerra perdida” se transforma en una suerte de friso existencial y hasta emocional, que nos permite reencontrarnos con parte de nuestro pasado e identidad.

El lenguaje del autor adquiere por momentos rasgos conmovedores, en una obra que tiene valor literario propio, más allá del mero ejercicio evocativo.

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